Antes de continuar, quiero hacer énfasis que hay una diferencia entre Iglesia y templo, pues el templo es la estructura física.
Ahora bien, utilizo aquí la palabra Iglesia por que muchas personas aún no tienen en cuenta esta diferencia, pero aquí encontrarás las partes básicas que conforman un templo.
El presbiterio, en donde el padre hace la misa
Cuando entramos a una Iglesia, lo común es encontrar al enfrente el Presbiterio.
Así lo dice la Instrucción General del Misal Romano:
El presbiterio es el lugar en el cual sobresale el altar, se proclama la Palabra de Dios, y el sacerdote, el diácono y los demás ministros ejercen su ministerio. Debe distinguirse adecuadamente de la nave de la iglesia, bien sea por estar más elevado o por su peculiar estructura y ornato. Sea, pues, de tal amplitud que pueda cómodamente realizarse y presenciarse la celebración de la Eucaristía.
IGMR 295
El Presbiterio es el lugar en donde el Sacerdote preside la Sagrada Eucaristía o lo que llamamos «Misa». Debes tener nota que el presbiterio tiene una cierta altura, pues esto significa el acercamiento a Dios que se encuentra en el cielo.
Para los tiempos en que se escribió la Biblia este significado es relevante, pues es en las partes altas en donde estaban más cerca de Dios, no por casualidad subían a los montes a orar.
Dentro del Presbiterio notaremos elementos que siempre deben estar:
- El Altar
- El ambón
- La Sede
El Altar centro de acción de gracias
El Altar es la parte central de toda la Iglesia (Sí, incluso más que la capilla del Santísimo, sin embargo, estoy diciendo que es la parte central de la Iglesia).
El altar tienes dos significados, Por un lado el Altar es Cristo mismo, pues en el Nuevo Testamento, Jesús ocupa el lugar del altar, del sacerdote y de la misma ofrenda (Jn 2,21; 17,19).
Para el segundo significado hablamos de la mesa del Señor, en donde se nos invita al banquete de la Eucaristía.
Vamos a leer una parte de la instrucción general del misal Romano:
El altar, en el que se hace presente el sacrificio de la cruz bajo los signos sacramentales, es también la mesa del Señor, para participar en la cual, se convoca el Pueblo de Dios a la Misa; y es el centro de la acción de gracias que se consuma en la Eucaristía.
La celebración de la Eucaristía, en lugar sagrado, debe realizarse sobre el altar; pero fuera del lugar sagrado, también puede realizarse sobre una mesa apropiada, usando siempre el mantel y el corporal, la cruz y los candeleros.
Es conveniente que en todas las iglesias exista un altar fijo, que signifique más clara y permanentemente a Cristo Jesús, la Piedra viva (1Pe 2, 4; Ef 2, 20); sin embargo, para los demás lugares dedicados a las celebraciones sagradas, el altar puede ser móvil.
IGMR 296-298
En el Antiguo Testamento generalmente era hecho de piedra o piedras acomodadas en forma de mesa (Ex 20,25; 27,2; 1Re 1,50), de tierra (Ex 20,24) y de madera de acacia (Ex 27,1).
El altar mayor o altar fijo
Se le conoce como altar mayor cuando el mismo templo tiene varios altares en su interior. Claro, esto suele ser común en templos mucho más grandes, como el ejemplo de la Basílica de Guadalupe (En el nuevo templo), pues en la parte superior al rededor del Altar mayor existen ciertos altares secundarios.
Debemos distinguir esta diferencia debido a que solo debe haber un solo altar que congregue a todo el pueblo al rededor suyo (Ibidem)
El altar tridentino
Las Iglesias creadas antes del Concilio Vaticano II realizaban la misa de espaldas (Misas Tridentinas).
Por esa razón, los altares siempre estaban pegados al fondo de la Iglesia, ya que NO había ninguna necesidad de pasar a la parte posterior del Altar.
En la siguiente imagen te dejo una imagen más clara de este altar tridentino.
De igual manera existen altares secundarios en los templos antiguos, por eso te darás cuenta que al rededor del templo existen diferentes altares tridentinos con su propia capilla.
En la actualidad es raro ver que un sacerdote utilice estos altares secundarios, pues el rito se ha modificado después del Concilio Vaticano II como lo hemos visto hasta ahora, marcando que haya un solo altar.
El ambón: Lugar donde se leen las lecturas
El ambón es el lugar donde se leen las lecturas, incluido el Evangelio, el salmo responsorial, el pregón pascual e incluso la homilía.
La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un lugar conveniente desde el que se proclame, y al que durante la Liturgia de la Palabra, se dirija espontáneamente la atención de los fieles.
Conviene que por lo general este sitio sea un ambón estable, no un simple atril portátil. El ambón, según la estructura de la iglesia, debe estar colocado de tal manera que los ministros ordenados y los lectores puedan ser vistos y escuchados convenientemente por los fieles.
IGMSR 309
Para el ambón debemos distinguir que puede ser un lugar fijo, como un podio, un atril o un púlpito, aunque debe atender la dignidad de su uso, pues es un pequeño altar a la palabra misma de Dios.
Según el tipo de arquitectura que tenga el templo, podremos encontrar una gran variedad de lo que llamamos el ambón, por ejemplo:
- El púlpito es un lugar elevado con un pequeño «Techo» y escaleras para acceder a él. Esto tenía la razón de aumentar la acústica dentro de la Iglesia.
- 2 ambones diferentes. Aquí podemos encontrarnos con el caso de ver dos ambones, uno a la izquierda del altar y otro del lado extremos. Esto era algo común en construcciones de la Edad Media, pues el en uno se proclamaba el Evangelio y en el otro las demás lecturas.
- 3 ambones diferentes. ¡Sí! Hay templos que tienen tres ambones distintos, pues marcan la diferencia entre epístolas, Evangelio y Oración Universal.
- Ambón móvil: Hay ocasiones que puede existir un ambón móvil aunque, como lo mencionamos arriba, debe ser digno.
Aquí te comparto un artículo interesante que profundiza en los ambones desde su punto de vista arquitectónico.
La sede, la silla del Sacerdote
¿Te has dado cuenta que el padre de Familia se sienta en la cabecera de la mesa?
Algo similar sucede aquí, pues el lugar de la sede siempre debería estar al fondo del presbiterio y además debe ser una «silla» digna, que resalte al presidente de la Sagrada Eucaristía.
De igual manera encontraremos aquí las sillas de los concelebrantes, del diácono y los ministros.
La sede del sacerdote celebrante debe significar su ministerio de presidente de la asamblea y de moderador de la oración. Por lo tanto, su lugar más adecuado es vuelto hacia el pueblo, al fondo del presbiterio, a no ser que la estructura del edificio u otra circunstancia lo impidan, por ejemplo, si por la gran distancia se torna difícil la comunicación entre el sacerdote y la asamblea congregada, o si el tabernáculo está situado en la mitad, detrás del altar. Evítese, además, toda apariencia de trono. Conviene que la sede se bendiga según el rito descrito en el Ritual Romano, antes de ser destinada al uso litúrgico.
IGMR 310
La catedra, la silla del Obispo en la catedral
La distinción entre la sede presbiteral y la catedra del obispo es distinta, de hecho, por eso se llaman «Catedrales», por qué eso quiere decir: «Lugar en donde se da la catedra o que tiene la catedra».
Dicha catedra, entendida como la silla del obispo, esta reservada únicamente para ellos y solo la veremos en las catedrales.
Su sentido viene de la antigua roma, pues ahí los profesores se sentaban en una silla llamada cathedra que viene siendo una silla con brazos mientras que los alumnos se sentaban en los llamados «subsellium» que son un tipo de bancas.
Nave central el lugar donde se escucha misa
Llamamos nave central al lugar en donde se encuentra el pueblo se encuentra participando de las sagradas celebraciones.
En este lugar encontraremos las bancas, las imágenes de los Santos, etc.
Según la arquitectura del lugar existirán otras naves alternas o laterales, transeptos, pasillos, etc. Sin embargo, esta nave siempre va dirigida hacia el Altar mayor.
Dispónganse los lugares para los fieles con el conveniente cuidado, de tal forma que puedan participar debidamente, siguiendo con su mirada y de corazón, las sagradas celebraciones. Es conveniente que los fieles dispongan habitualmente de bancas o de sillas.
IGMR 311
Sin embargo, debe reprobarse la costumbre de reservar asientos a algunas personas particulares. En todo caso, dispónganse de tal manera las bancas o asientos, especialmente en las iglesias recientemente construidas, que los fieles puedan asumir con facilidad las posturas corporales exigidas por las diversas partes de la celebración y puedan acercarse expeditamente a recibir la Comunión.
Procúrese que los fieles no sólo puedan ver al sacerdote, al diácono y a los lectores, sino que también puedan oírlos cómodamente, empleando los instrumentos técnicos de hoy.
Sagrario o tabernáculo, donde se guarda el Santísimo Sacramento
El Sagrario o tabernáculo en realidad es «La cajita» (Por llamarlo de una manera más común) en donde se guarda al Santísimo Sacramento.
El lugar donde se encuentra el Sagrario varia de templo en templo, pues algunas veces lo encontraremos en el retablo del altar mayor, en otras ocasiones a un costado, en alguna capilla del templo, etc.
Siempre se debe distinguir la presencia de Nuestro Señor Sacramentado por que debería estar prendida una vela. Mi profesor de sagradas escrituras nos decía que esa vela debería ser de aceite, sin embargo, se ha perdido el sentido teológico de las velas de aceite al sustituirlas por velas eléctricas.
La instrucción general del misal romano nos dice al respecto:
Para cualquier estructura de la iglesia y según las legítimas costumbres de los lugares, consérvese el Santísimo Sacramento en el Sagrario, en la parte más noble de la iglesia, insigne, visible, hermosamente adornada y apta para la oración.
IGMR 314
En mi visita a la parroquia de San Miguel Arcángel, CDMX, tuve la suerte de encontrarme con nuestro Señor expuesto en lo que es la llamada capilla del Santísimo. Al fondo de la imagen se puede apreciar el sagrario.
El coro
En todas los templos debería existir un lugar reservado para los participantes del coro, en el cual también puedan participar de la celebración eucarística y que puedan realizar su ministerio.
Dicho lugar suele ser en la parte posterior del templo, aunque hay ocasiones que lo realizan en la parte lateral del templo.
Aunque no queda bien especificado el lugar donde se deben colocar, se deberá intuir en las estructuras antiguas por el lugar en donde se encuentra el órgano o el instrumento equivalente a el órgano.
Los cantores, teniendo en cuenta la disposición de cada iglesia, colóquense de tal manera que aparezca claramente su naturaleza, es decir, que ellos hacen parte de la comunidad congregada y que desempeñan un oficio peculiar; donde se haga más fácil el desempeño de su oficio y a cada uno de los cantores se les permita cómodamente la plena participación sacramental en la Misa
IGMR 312
La Sacristía lugar donde se revisten los ministros
La sacristía es el cuarto reservado en donde se revisten los sacerdotes con los ornamentos sagrados.
En este lugar también se guardan los ornamentos y otros objetos relativos al culto sagrado como las formas sin consagrar, el vino, etc.
Desde la sacristía debe comenzar el silencio previo a la celebración eucarística y en donde comienza la procesión para la celebración Eucarística.
Como dato, alguno sacerdotes mantienen la bella costumbrar de hacer una pequeña oración antes de iniciar la misa y al terminarla le dice a todos la palabra «Prosit» en la que responden: «Ad Vitam eternam»
Esto quiere decir:
-Prosigamos.
-Hasta la vida eterna.
Dependiendo del tipo de arquitectura utilizada en los templos podremos encontrar otras partes más específicas, como los son el atrio, la casa curato, los retablos, el baldaquino, etc.
Sin embargo, estos son los lugar que siempre deberemos encontrar en un templo.
El bautisterio
El bautisterio es el lugar destinado para celebrar el sacramento del bautismo
- En la construcción y ornamentación del bautisterio se procurará con diligencia que aparezca claramente la dignidad del sacramento del bautismo, y que el lugar sea apto para las celebraciones comunitarias (Instrucción Inter Oecumenici No 99, 26. IX. 1964)
El confesionario
Es el lugar destinado para atender a los fieles con el sacramento de la confesión o penitencia.
«Ha de evitarse por todos los medios que las sedes para el sacramento de la penitencia o confesionarios estén ubicados en los lugares más oscuros y tenebrosos de las iglesias como en ocasiones sucede. La misma estructura del mueble confesionario, tal y como es en la mayoría de los casos, presta un mal servicio a la penitencia, que es el lugar del encuentro con Dios… Por esto y para dar todo el relieve necesario al acto del coloquio penitencial, debe cuidarse la estética, funcionalidad y discreción de la sede para oír confesiones» (Instrucción pastoral del episcopado español, No 79, 15. IV. 1989)
Te recomiendo que le des un vistazo a los siguientes libros católicos que te recomiendo ampliamente:
