«Nosotros no conocen ni las escrituras ni el poder de Dios, ustedes están en el error » (Mc 12,24). Pues todos debemos recordar que Dios «no es un Dios de muertos, sino de vivos» (Mc 12,27)
Y es que aquí también es donde vive nuestra esperanza para los que tenemos un amado difunto, saber que resucitará, pero también nosotros lo haremos después de la muerte.
¿Qué es resucitar en la fe católica?
San Agustin ya lo dice en Enarratio in Psalmum:
En ningún punto la fe cristiana encuentra más contradicción que en la resurrección de la carne»
Pues sí, cuando resucitemos, también resucitaremos en carne y espíritu.
El Catecismo de la Iglesia Católica, Número 996 dice:
[…] Se acepta muy comúnmente que, después de la muerte, la vida de la persona humana continúa de una forma espiritual. Pero. ¿Cómo creer que este cuerpo tan manifiestamente mortal pueda resucitar a la vida eterna?
La cita anterior me recuerda a C.S. Lewis cuando nos dice en sus escritos, que hay una batalla que nosotros no podemos ver y, por lo tanto, no terminamos de entender.
Pero volviendo al tema, nos hacemos la pregunta:
¿Cómo resucitan los muertos en la fe católica?
Del Catecismo de la Iglesia Católica, del 997 al 999, nos lanzan tres preguntas claves: ¿Qué es resucitar?, ¿Quién resucitará? y ¿Cómo?
Primero: Vamos a entender por muerte como la separación del alma y el cuerpo, pero sabemos que el cuerpo se queda aquí, corrompido por las leyes naturales, pero nuestra alma se dirige al encuentro de Dios mientras (nuestra alma) «espera de reunirse con su cuerpo glorificado.
y es que:
Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús.
Y claro, suena muy extraño todo esto, pero nuestra fe siempre esta puesta en el poder que tiene Dios, pues para él no hay imposibles.
¿Quiénes van a resucitar?
La respuesta aquí es fácil: Todos vamos a resucitar. Sí, tanto buenos como malos.
La cuestión aquí es que, el Evangelio de San Juan en el Capítulo 5, versículo 29, no dice:
«Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación«
Ahora, la prueba que tenemos esta basada en las escrituras, pues Cristo mismo resucitó en su propio cuerpo, pero Él no volvió a una vida terrenal. Del mismo modo, en Él «Todos resucitarán con su propio cuerpo, que tienes ahora» (Concilio LAteranense IV, Cap. 1, De fie catholica: DS 801) pero transfigurado en un cuerpo de gloria.