Sábado
Feria
Color litúrgico: Verde
Oración colecta de hoy 19 de febrero de 2022
Te pedimos, Señor, que nos asista la venerable intercesión de santa María siempre Virgen, y que, libres de todos los peligros, nos haga gozar de tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
Primera Lectura de hoy 19 de febrero de 2022
De la carta del apóstol Santiago 3, 1-10
Hermanos míos: Que no se pongan tantos de ustedes a enseñar como maestros, pues a los que enseñamos se nos juzgará con mayor severidad. Todos fallamos en muchas cosas y quien no falla al hablar es hombre perfecto, capaz de dominar todo su cuerpo. Piensen que a los caballos les ponemos el freno en el hocico para hacerlos obedecer y para dirigir, así, todo su cuerpo. Fíjense también en los barcos: son muy grandes, los empujan vientos muy fuertes, y sin embargo, el piloto los dirige a su arbitrio, por medio de un pequeñísimo timón. Pues lo mismo pasa con la lengua: es un órgano muy pequeño y se cree capaz de grandes cosas. Bien saben ustedes además, que un fuego insignificante incendia todo un bosque. Pues la lengua es un fuego y encierra en sí todo un mundo de maldad. Es uno de nuestros órganos, y sin embargo, contamina al cuerpo entero; prendida por el infierno, incendia todo el curso de nuestra existencia. Por otra parte, toda clase de fieras y aves, de reptiles y animales marinos se pueden domar y han sido domados por el hombre; pero ningún hombre ha podido domar la lengua, que es una constante amenaza, cargada de veneno mortal. Con la lengua bendecimos al que es nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, creados a imagen de Dios. De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial de hoy 19 de febrero de 2022
Del salmo 11
R. Tú nos protegerás, Señor.
Sálvanos tú, Señor, porque ya no hay ni bondad ni lealtad entre los hombres. No hacen más que mentirse unos a otros, siempre hablan con doblez sus corazones.
R. Tú nos protegerás, Señor.
Extermina, Señor, a los hipócritas y a los que dicen, fanfarrones: «La lengua es nuestra fuerza: ¿quién será el que se atreva a darnos órdenes?»
R. Tú nos protegerás, Señor.
Tus palabras, Señor, sí son sinceras, son plata refinada siete veces. Tú nos protegerás, Señor, nos librarás de esta gente para siempre.
R. Tú nos protegerás, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: «Este es mi Hijo amado: escúchenlo».
R. Aleluya.
Evangelio de hoy 19 de febrero de 2022
Del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-13
En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.
Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: «Este es mi Hijo amado; escúchenlo». En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de «resucitar de entre los muertos».
Le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?» Él les contestó: «Si fuera cierto que Elías tiene que venir primero y tiene que poner todo en orden, entonces ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Por lo demás, yo les aseguro que Elías ha venido ya y lo trataron a su antojo, como estaba escrito de él».
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las ofrendas
Te presentamos Señor, estos dones de reconciliación y de alabanza, y te pedimos humildemente que, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, lleguemos a ser una ofrenda santa, agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Alimentados con el celestial manjar, haz, Señor, que te sirvamos con una vida intachable, a ejemplo de la santísima Virgen María, y que con ella podamos engrandecerte con dignas alabanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Canto
Este es un canto que puedes escuchar y meditar el día de hoy: