Para ver el contenido de esta página, solo da clic sobre los misterios que te interesan orar, esto permite una búsqueda más fácil en tu oración. De igual manera los puedes cerrar dando clic en el guión (o cruz) que se encuentra al lado de cada título.
Señal de la cruz
Lector: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén
Oración de invocación al Espíritu Santo:
Lector: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
Todos: Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Lector: Envía, Señor, tu Espíritu
Todos: Y se renovará la faz de la tierra.
Oremos:
¡Oh Dios, que has instruido
los corazones de tus fieles
con la luz del Espíritu Santo!,
concédenos que sintamos rectamente
con el mismo Espíritu
y gocemos siempre de su divino consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Lector: Ave María purísima
Todos: Sin pecado concebida
Acto de contrición. Todos:
Señor mío Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero,
me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo,
sobre todo porque te ofendí a Ti,
que eres bondad infinita,
a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente,
con tu gracia, enmendarme y evitar las ocasiones próximas de pecado,
confesarme y cumplir la penitencia.
Confío en que me perdonarás por tu infinita misericordia.
Amén.
Lector: Abre, Señor, mis labios.
Asamblea: Y mi boca proclamará tu palabra.
Lector: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Hoy Lunes/Sábado vamos a recordar los misteriosos Gozosos de nuestro Señor Jesucristo. Recordemos poner en manos de nuestra Madre cada una de nuestras peticiones.
Primer Misterio Gozoso: La Encarnación del Hijo de Dios
(Cita bíblica: Lc 1,26-31.38)
Meditación:
Guía: Como María aceptó con valor y humildad la invitación a ser la Madre de Jesús, así también nosotros tenemos que aceptar con sencillez y decisión el llamado de Dios a ser sus hijos. Acordémonos que se trata de un gran compromiso.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Segundo Misterio Gozoso: La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel
(Lc 1, 39-42)
Meditación:
Al saber que su prima Isabel se encontraba en el sexto mes de su embarazo, pronto María fue a visitarla para ponerse a su disposición. Esto representa una grande lección para nosotros: cuanto más uno ama a Dios, tanto más ama al prójimo.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Tercer Misterio Gozoso: El Nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
(Lc 2,1-7)
Meditación:
¿Quiénes reconocieron en aquel niño al Mesías esperado? María, José y unos cuantos pastores. Toda la gente humilde que había puesto en Dios su confianza. Lo mismo pasará con nosotros: si somos humildes y confiamos en Dios, sentiremos su presencia en nuestro corazón.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Cuarto Misterio Gozoso: La presentación de Jesús en el Templo
(Lc 2, 21-24)
Meditación:
Según la Ley de Moisés, a los cuarenta días, Jesús fue presentado al Templo. En esto, María y josé nos dan un grande ejemplo en el cumplimiento de sus deberes religiosos. También nosotros, si queremos ser cristianos de veras, tenemos que cuplir la Ley de Dios. No podemos decir que no tenemos tiempo. Si el tiempo nos alcanza para las cosas del mundo, ¿Por qué no tiene que alcanzrnos para las cosas de Dios?
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Quinto Misterio Gozoso: El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo
(Lc 2, 41-47)
Meditación:
Para Jesús, lo más importante era hacer la voluntad del Padre. Por eso se quedó en el Templo de Jerusalén, sin ni siquiera avisar a María y a José. Esto nos quiere enseñar que primero está Dios. Por lo tanto, nadie, por obedecer a los hombres, ponga a un lado la obediencia a Dios.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Para concluir el Santo Rosario se reza:
1 Padre Nuestro
3 Aves Marías
La letanía (Más delante las podras encontrar en «Cómo terminar el Santo Rosario»)
Los días martes y viernes vamos a meditar los misterios dolorosos de nuestro Señor Jesucristo. Recuerda poner en manos de Dios tus intenciones.
Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto
(Mt 26, 36-39).
Meditación:
Aunque fuera el Hijo de Dios, Jesús sintió la necesidad de prepararse para la prueba mediante la oración. Es precisamente en la oración donde Jesús encuentra la fuerza para enfrentarse con valor a los sufrimientos.
Es un ejemplo para nosotros. No podremos superar las distintas pruevas de la vida, si no tenemos la costumbre de orar. En realidad, la oración representa la fuerza del cristiano.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna
(Mt 27, 26)
Meditación
En nuestra vida buscamos siempre las comodidaes. Y para conseguir más satifacciones, nos olvidamos de la Ley de Dios. Jesús tuvo que pagar todos esos pecados mediante la flagelación, que transfomó toda su espalda en una inmensa llaga.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas
(Mt 27, 27-29)
Meditación:
El orgullo ha sido siempre la causa de muchos pecados. Para pagar nuestros pecados de orgullo, Jesús aceptó la humillación de ser coronado con espinas, como rey de burlas.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario
(Mc 15, 21-22)
Meditación:
Por amor a nosotros, Jesús cargó con la cruz y subió al Calvario. En lugar de juzgar y condenar a los demás, tenemos que hacer el esfuerzo por soportar sus defectos y ayudarlos a superarse. Sólo así imitaremos a Jesús.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús
(Lc 23, 33-46)
Meditación:
«No existe amor más grande que éste: dar la vida por los amigos» (Jn 15,13), había dichos Jesús. Sufriendo y muriendo por nosotros en la cruz, nos dejó la priba más grande de su amor. Ahora depende de nosotros saber aprovechar este amor, renunciando a nuestra vida de pecado y tratando de empezar una vida nueva.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Para concluir el Santo Rosario se reza:
1 Padre Nuestro
3 Aves Marías
La letanía (Más delante las podras encontrar en «Cómo terminar el Santo Rosario»)
Los días miércoles y domingos vamos a meditar los misterios gloriosos de nuestro Señor Jesucristo. Recuerda poner tus intenciones después de presentar cada misterio.
Primer Misterio Glorioso: La Resurrección del Hijo de Dios
(Lc 24, 1-6).
Jesús murió y resucitó. Para Él, los sufrimientos y la muerte fueron el camino para llegar a la resurrección y la gloria.
Lo mismo pasará con nosotros. Si aceptamos la spruebas de esta vida con paciencia, un día llegaremos a gozar con Cristo en la gloria.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al cielo
(Mc 16, 19)
Subiendo al cielo, Jesús noes enseña que allá tenemos nuestra patria verdadera. Por lo tanto, nuestra única preocupación tiene que ser la vida de vivir según las enseñanzas y los ejemplos de Cristo para alcanzar la gloria del cielo.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Tercer Misterio Glorioso: La venida del Espíritu Santo
(Hch 2, 1-4)
Diez días después de subir al cielo, Jesús envió a los Apóstoles el regalo del Espíritu Santo, que transformó toda su vida. Por fin lograron entender su mensaje y tuvieron la fuerza para vivirlos y anunciarlo con valentía. También nosotros, si queremos ser cristianos de veras, necesitamos la fuerza del Espíritu Santo. Pidamos a la Virgen que interceda por nosotros y nos consiga este grande regalo.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Cuarto Misterio Glorioso: La Asunción de María al cielo
(Lc 1, 48-49)
Después de haber terminado su periodo de vida en este mundo, María fue llevada al cielo en cuerpo y alama. Se trató de un regalo especial que Jesús hizo a María, su Madre. En lugar de esperar el día de la resurrección final, Jesús quiso que pronto fuera a gozar con Él en cuerpo y alma. Y todo esto nos llena de alegría porque en María vemos el ejemplo perfecto del cristiano. Como ella se encuentra ya en la gloria en cuerpo y alama, también nosotros un día estaremos gozando con ella en cuerpo y alama, si en esta vida tratamos de imitar sus ejemplos.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Quinto Misterio Glorioso: La coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado
(Ap 12, 1)
Como en este mundo nadie estuvo tan cerca de Jesús como María, también ahora en el cielo, nadie está tan cerca de Jesús como María. Siendo la Madre de Jesús, goza de un grande poder de intercesión: todo lo que le pide a Jesús en nuestro favor, siempre se lo concede. Por eso, acudamos a María con toda confianza, sabiendo que es nuestra reina y es también nuestra Madre. Por lo tanto, tiene el poder para ayudarnos y nos quiere ayudar.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Para concluir el Santo Rosario se reza:
1 Padre Nuestro
3 Aves Marías
La letanía (Más delante las podras encontrar en «Cómo terminar el Santo Rosario»).
Los días Jueves, el día en que se instituyó la Eucaristía, rezamos los misterios Luminosos.
Primer Misterio Luminoso: El Bautismo en el Jordán
(Mt 3,16-17)
Desde el primer intatnte de su concepcuón en el seno virginal de María, Jesús gozó siempre de la presencia activa del ESpíritu Santo. La misma concepción de Jesús fue realizada por obra del Espíritu Santo.
De todos modos, antes de empreder su misión, Jesús tiene una nueva y más rica experiencia de Dios en el Espíritu Santo. Como hombre, por obra del Esp´iritu Santo, siente a Dios como Padre y así mismos como Hijo de Dios.
Esta es precisamente la misión del Espíritus Santo en la humanidad de Jesús: hacerla siempre más filial, a imitación del Verbo, el Hijo único de Dios.
Este mismo Espíritu, derramado en nostros por el Hijo, nos hace cada vez más hijos de Dios: HIjos de Dios en el Hijo único de Dios, Jesucristo.
Y con esta experiencia de sentirse Hijo y Enviado de Dios, Jesús emprende su misión. Enseñanza para nosotros: solamente teniendo una verdadera experiencia de Dios en el Espíritu Santo, podemos lanzarnos a cumplir con nuestra misión de evangelizadores y testidos de Cristo.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Segundo Misterio Luminoso: Las bodas de Caná
(Jn 2, 1-5)
En las Bodas de Caná, los discípulos descubren en Jesús al hombre acreditado por Dios, que cuenta con su apoyo. En realidad, igual que Moisés, Jesús hace signos que lo revelan como el Enviado de Dios.
Y todo esto se realiza a la escuela de María, que invita a los servidores a ponerse a las órdenes de Jesús. Solamente así será posible el «milagro», que permitirá a todos seguir con la fiesta.
Gracias, María, siempre atenta a nuestras necesidades. Tú nos llevas a Jesús y, estando con él, todo se hace fácil, cuaalquier problema tiene solución.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Tercer Misterio Luminoso: El anuncio del Reino de Dios
(Mc 1, 15)
¿Qué es el Reino de Dios? El mundo como lo quiere Dios. Pues bien, en Cristo ya tenemos las primicias de este nuevo mundo, hecho según el corazón de Dios. Y Jesús, con presencia, con su palabra y con su acción, anuncia y establece el Reino de Dios.
¿Que hacer, entonces? Asociarnos a Cristo y a su Iglesis en esta misión de anunciar y hacer presente el Reino de Dios. ¿Cómo? Antes que anda, cambiando de actitud, aceptando y viviendo el Evangelio; y después, una vez hechos ciudadanos del Reino, tratando de ensanchar sus fronteras hasta los confines de la Tierra.
Que nada ni nadie quede al margen del Reino de Dios. Que la cultura, la política, la economía… todo quede impreganado por los valors del Reino hasta hacer de la familia humana la grande familia de Dios.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Cuarto Misterio Luminoso: La Transfiguración
(Mt 17, 1-2)
Como un nuevo Moisés, Jesús se transfigura delante de sus discípulos. Lo acompañan Moisés y Elías, representantes del Antiguo Testamento. En realidad, en Cristo el Antiguo Testamento econtrará su cumplimiento. De hoy en adelante Cristo será nuestro único maestro. Solamente a él hay que escuchar.
Todos los demás maestros sirven en la medida en que nos lleven a Cristo o nos hacen más accesible su Palabra.
Con la Transfiguración, Jesús y los discípulos cargan pilas para enfrentar mejor el escándalo de la Pasión. Enseñanza para nosotros: no podemos ser auténticos discípulos de Cristo, sin una consciencia clara de ser hijos de Dios muy amados. Solamente así nos sentiremos animados a profundizar cada día más el misterio de Dios y a enfrentar cualquier obstáculo para serle fiel hasta la muerte.
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Quinto Misterio Luminoso: La institución de la Eucaristía
(Mt 26, 26)
Cuando se ama de veras, se quiere estar siempre al lado de la persona amada y se hace todo lo posible para evitar cualquier peligro de separación. Es lo que le pasa a Jesús.
Sabiendo que va a regresar al Padre y no queriendo separarse de nosotros, nos deja la Eucaristía, quedándose con nosotros bajo las apariencias del pan y del vino. Y al mismo tiempo haciéndose nuestro alimento.
Se va y se queda. Es el milagro de Amor. Ahora depende de nosotros continuar con este milagro, haciendo todo lo posible para quedar siempre unidos con Jesús con amor y adoración. Y no nos olvidemos de la promesa: «El que come de este pan, tendrá vida eterna» (Jn 6,51)
Rezar:
1 Padre nuestro
10 Ave María
Jaculatorias:
Lector: María, Madre de gracia, Madre de misericordia
Todos: En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora.
Lector: Oh Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno,
Todos: Y lleva todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia, Amén.
Para concluir el Santo Rosario se reza:
1 Padre Nuestro
3 Aves Marías
La letanía (Más delante las podras encontrar en «Cómo terminar el Santo Rosario»)
Al finalizar el rezo de los 5 misterios del Santo Rosario, se continua orando con esta sección:
Padre Nuestro:
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Aves Marías del Santo Rosario:
1. Dios te Salve María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del parto en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
2. Dios te Salve María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
3. Dios te Salve María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames, nuestros dones y carismas para que los perfecciones y todas nuestras necesidades para que las remedies, llena eres de gracia el Señor está contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
Dios te Salve, María Santísima, Templo, Trono y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la culpa Original
Salve
Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
Ruega por Nosotros Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestros Salvador Jesucrito, Amén.
Después se sigue con la Letanía:
Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad, Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, Ten piedad de nosotros.
Santa María, Ruega por nosotros.
ruega por nosotros, Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, Ruega por nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes, Ruega por nosotros.
Madre de Cristo, Ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia, Ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, Ruega por nosotros.
Madre purísima, Ruega por nosotros.
Madre castísima, Ruega por nosotros.
Madre siempre virgen, Ruega por nosotros.
Madre inmaculada, Ruega por nosotros.
Madre amable, Ruega por nosotros.
Madre admirable, Ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, Ruega por nosotros.
Madre del Creador, Ruega por nosotros.
Madre del Salvador, Ruega por nosotros.
Madre de misericordia, Ruega por nosotros.
Virgen prudentísima, Ruega por nosotros.
Virgen digna de veneración, Ruega por nosotros.
Virgen digna de alabanza, Ruega por nosotros.
Virgen poderosa, Ruega por nosotros.
Virgen clemente, Ruega por nosotros.
Virgen fiel, Ruega por nosotros.
Espejo de justicia, Ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, Ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, Ruega por nosotros.
Vaso espiritual, Ruega por nosotros.
Vaso digno de honor, Ruega por nosotros.
Vaso de insigne devoción, Ruega por nosotros.
Rosa mística, Ruega por nosotros.
Torre de David, Ruega por nosotros.
Torre de marfil, Ruega por nosotros.
Casa de oro, Ruega por nosotros.
Arca de la Alianza, Ruega por nosotros.
Puerta del cielo, Ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, Ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, Ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, Ruega por nosotros.
Consoladora de los afligidos, Ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, Ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, Ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, Ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, Ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, Ruega por nosotros.
Reina de los Mártires, Ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, Ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, Ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos, Ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original, Ruega por nosotros.
Reina asunta a los Cielos, Ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, Ruega por nosotros.
Reina de la familia, Ruega por nosotros.
Reina de la paz. Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad y misericordia de Nosotros.
Oración Final
Oremos
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Oración Dios te Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
Para que seamos dignos de alcanzar la gloria y promesa de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.