Día 24: Pidamos hoy al Sagrado Corazón por las obras de propaganda católica

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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí nos tienes en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús, el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde corazón. Amén.

Meditación de hoy al Sagrado Corazón de Jesús

Bajo el nombre de propaganda católica entendemos el conjunto de trabajos para difundir la influencia de la Iglesia católica y de sus instituciones contra la acción demoledora de la mundanidad que pugna por sacar a Dios de la vida pública.

Pertenecen al concepto general de la propaganda católica todos los ministerios eclesiásticos, pero de un modo muy particular se distinguen con este nombre las obras de apostolado cristiano que ejercen los laicos bajo los auspicios de la Iglesia.

Las sociedades de caridad, las escuelas y talleres, los periódicos y libros de apologética, los medios de comunicación, las academias de juventud católica, asociaciones de católicos y círculos de obreros…, todas las que -con cualquier nombre- se proponen la reparación de los estragos de la mundanidad, la moralización del pueblo, la protección del pobre, o, simplemente, el ejercicio práctico de la religión.

Todo lo que constituye hoy, con diversidad de organización y medios, pero con maravillosa unidad de pensamiento, el gran ejército del apostolado laical, tantas veces bendecido por el Romano Pontífice y los obispos, necesita, para ser eficaz, de la secreta ayuda de las oraciones de las almas fervorosas.

Oremos hoy por esta imperiosa necesidad de los tiempos presentes.

Oremos por estos hermanos nuestros que, en la brecha y cara a cara con el enemigo, sostienen la lucha más tenaz. Oremos para que sostenga Dios sus empeños, aumente su fe, dé fuerza a sus palabras, los libre de la vacilación y del desaliento en los contratiempos, los corone de consuelos en la tierra y de gloria en el cielo, en premio de sus combates.

Oh, Sagrado Corazón, Tú eres el jefe de esa espiritual y generosa milicia; Tú eres el sello de su escudo y el lema de su bandera. Hazlos Contigo una sola alma y un solo corazón: valerosos, aguerridos, dignos en todo de la santa causa que defienden y de la celestial recompensa que esperan.

Se medita unos momentos

Qué glorioso es ese ejército creyente que de uno a otro confín del mundo cristiano lucha por el nombre de Cristo, mezclado, aunque no confundido, con otro ejército de error y corrupción que sigue la bandera de Satanás.

Brillantes combates se libran a todas horas entre los de uno y otro bando, por medio del ejercicio de la caridad, de la pluma, de la elocuencia humana, del testimonio.

Esto ha de ser muy grato para Dios, ver alrededor de la Iglesia y bajo la dirección del sacerdocio esos escuadrones improvisados de toda edad, sexo y condición, que forman nuestras obras católicas.

Cuán digna de nuestras oraciones es esa multitud batalladora, consuelo y esperanza de la atribulada Iglesia de Dios.

Roguemos al Sagrado Corazón por el aumento, prosperidad y felices resultados de la propaganda católica.

Que vibren los soldados consagrados con los latidos del Corazón de Jesús. Que no los mueva otro que el dar mayor gloria a Dios y ganar almas para su reino. Que otro norte no las guíe más que la luz de la fe en la Santa Iglesia Romana. Que no los engañe el fuego fatuo de las ideologías que tienden a disminuir la santa libertad del dogma católico.

Oh, Corazón de Jesús: que vengan a templar sus armas en Ti los soldados de nuestra fe; que las saquen enrojecidas por el fuego de tu caridad.

Que arda para ellos el mundo. Fuego viniste a poner en la tierra. Avívalo, Señor, primeramente en esos corazones que ya son tuyos y sírvete, más tarde, de ellos para las colosales empresas de tu santa religión.

Se medita y se pide una gracia particular para este día.

Oración y Acto de consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Rendido a tus pies, oh Jesús mío, considerando las extraordinarias muestras de amor que me has dado y las sublimes lecciones que me enseña continuamente tu adorable Corazón, te pido, con humildad, la gracia de conocerte, amarte y servirte como fiel discípulo tuyo. Quiero hacerme digno de los favores y bendiciones que con generosidad concedes a los que, de veras, te conoce, te aman y te sirven.

Mira que soy necesitado, dulce Jesús, y sólo necesito de Ti, como el mendigo necesita la limosna que han de dar los hombres. Mira que soy muy tosco, oh soberano Maestro, y necesito de tus divinas enseñanzas para que sean luz y guía de mi ignorancia. Mira que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los débiles, y caigo a cada paso, y necesito apoyarme en Ti para no desfallecer.

Seas todo para mí, Sagrado Corazón; socorro de mi miseria, lumbre de mis ojos, bastón de mis pasos, remedio de mis males, auxilio de toda necesidad. De Ti lo espera todo mi corazón. Tú lo alentaste y lo invitaste, cuando con sencillas palabras dijiste repetidas veces en tu Evangelio: vengan a mi… Aprendan de mi… Pida; llamen…

A las puertas de tu Corazón vengo, llamo, pido y espero. Del mío te hago, oh Señor, firme, formal y decidida entrega. Tómalo Tú y dame a cambio lo que Tú sabes que me ha de hacer bueno en la tierra y dichoso en la eternidad. AMÉN.

Aquí se rezará  3 Padre Nuestro, 3 Ave María y  3 Gloria, en recuerdo de las tres insignias: cruz, corona y herida de la lanza, con que se apareció el Sagrado Corazón a santa María Margarita Alacoque. Luego se rezan las letanías al Sagrado Corazón de Jesús:

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros, Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, Ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, Ten piedad de nosotros.

Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo de Dios, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de infinita majestad, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, santuario de la justicia y del amor, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien se hallan todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien reside toda la plenitud de la divinidad, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, en quien el Padre se complace, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, deseado de las eternas colinas, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, generoso para todos los que te invocan, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, colmado de oprobios, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, triturado por nuestros pecados, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, víctima por los pecadores, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren, Ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, Ten piedad de nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Ten piedad de nosotros.
Jesús, manso y humilde de Corazón, Haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Oración final al Sagrado Corazón de Jesús

Oh, Dios todopoderoso y eterno, mira en el Corazón de tu amadísimo Hijo las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece, y concede el perdón a estos hijos tuyos que piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, nuestro señor Jesucristo, el cual vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




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