El tiempo litúrgico es el tiempo que hace perdurar la salvación que Jesucristo realizó y que la Iglesia continúa, para nosotros, por medio de la Liturgia y que se centran en torno al Señor o a la conmemoración de los santos.
Este tiempo litúrgico es el que se divide en tiempo ordinario, pascual, cuaresma, etc. Pero aquí veremos estos temas un poco más desarrollados
Te recordamos que este es el cuarto capítulo el año litúrgico de nuestro curso litúrgico que podrás ver dando clic aquí.
¿Qué es el Tiempo Litúrgico?
Es el tiempo que sirve a la Liturgia para sus celebraciones, por medio de las cuales el Señor realiza la salvación a favor de los creyentes.
Los tiempos litúrgicos están constituidos por:
- El año litúrgico, con sus derivados tiempos,
- el domingo y
- las fiestas de los santos.
Que es el año litúrgico
El año litúrgico es la celebración del misterio pascual de Jesucristo y la obra de la salvación en el espacio de un año.
Es el signo sacramental que representa la concreción histórica y dinámica de la presencia del Señor en la vida de la Iglesia.
Esto lo vemos en el documento Sacrosanctum Concilium Número 102:
- «La santa madre Iglesia considera deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo, en días determinados a través del año, la obra salvífica de su divino Esposo. Cada semana, en el día que llamó «del Señor», conmemora su resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua» (SC 102)
El año litúrgico está centrado en la celebración de los grandes acontecimientos de la vida de Cristo.
Calendario temporal se llama a los tiempos litúrgicos en torno al Señor.
Calendario santoral es el que se dedica a la conmemoración de los santos, en especial, de la Virgen María.
Calendario litúrgico
El calendario litúrgico, también llamado calendario temporal, otorga un lugar primordial a los domingos y a las grandes fiestas que conmemoran la vida de Cristo.
Se divide en dos grandes tiempo: Navidad y Pascua. Aunque también tendremos un tiempo intermedio que será el Tiempo Ordinario.
Tiempo de Navidad
Está precedido por el Tiempo de Adviento, compuesto de cuatro domingos con sus semanas respectivas. El año litúrgico comienza con el primer domingo de Adviento
La fiesta de Navidad viene seguida por un tiempo de acción de gracias que dura hasta la fiesta de la Epifanía.
Tiempo de Pascua
La Cuaresma es el tiempo de preparación a la Pascua. Comienza el Miércoles de Ceniza y fura cuarenta días (sin contar los domingos). La Cuaresma es un tiempo de penitencia y conversión que culmina en la Semana Santa.
El domingo de Ramos comienza la Semana Santa. conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
En el Jueves Santo se hace memoria de la Última Cena de Jesús ( La Eucaristía)
El Viernes Santo celebra la pasión y muerte de Jesús en la cruz.
En el domingo siguiente se celebra la fiesta de la Pascua, centro y fundamento de la vida cristiana. Su celebración más solemne tiene lugar la noche del sábado al domingo en la gran Vigilia pascual.
El Tiempo pascual se constituye de siete semanas, celebrando también en este tiempo la fiesta de la Ascensión, cuarenta días después de la Pascua, y Pentecostés, con la que se cierra el período pascual a los cincuenta días de su comienzo. Pentecostés celebra la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos y el comienzo de la Iglesia.
Tiempo Ordinario
Después del Tiempo de Navidad, hay una serie de domingos que pertenecen al Tiempo Ordinario (de 5 a 9 domingos) hasta que comienza la Cuaresma. Este Tiempo ordinario se reanuda después de la fiesta de Pentecostés y dura de 25 a 29 semanas, hasta el primer domingo de Adviento, dependiendo cada año de la fecha de Pascua.
El Domingo (Dominus = Señor)
Constituye la fiesta primordial del año litúrgico. celebra cada semana la Pascua del Señor Resucitado. Hay que recordar que Pascua es todos los Domingos. Y el centro del Domingo es la Eucaristía. Los cristianos se reúnen, en comunidad de creyentes, unidos en torno a Jesucristo; para escuchar la Palabra de Dios y compartir el banquete eucarístico (SC n 106).
El santoral en honor de la Virgen María
«En la celebración de este círculo anual de los misterios de Cristo, la santa Iglesia venera con amor especial a la bienaventurada Madre de Dios, la Virgen María, unida con lazo indisoluble a la obra salvífica e su Hijo; en ella, la Iglesia admira y ensalza el fruto espléndido de la redención y la contempla gozosamente como una purísima imagen de la que ella misma, toda entera, ansía y espera ser.» (SC 103)
Diez fiestas y memorias principales celebra la Iglesia universal en honor a María:
- la Natividad de la Virgen María (8 de Septiembre)
- la Presentación de María en el templo (21 de noviembre)
- la Inmaculada concepción (8 de Diciembre)
- Santa María Madre de Dios (1 de enero)
- la Anunciación (15 de agosto)
- la Visitación (31 de mayo)
- Nuestra Señora de Lourdes (11 de febrero)
- Nuestra Señora del Carmen (16 de julio)
- Nuestra Señora de los Dolores (15 de Septiembre)
- Nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre; en México e Hispanoamérica)
Además de muchas que cada pueblo o país celebra como su patrona, bajo diversas advocaciones como Nuestra Señora de Lourdes, La Virgen del Rosario, etc.
Santoral en honor de los santos
El calendario «santoral» está constituido por las fuestas y memorias de un determinado número de santos (alrededor de doscientos).
En el santoral litúrgico destacan: san José, los apóstoles, (que tienen rango de fiesta), los mártires y los fundadores de las Órdenes religiosas más importantes, (con Rango de Memoria)
Los ciclos litúrgicos
Para que los fieles puedan tener mayor acceso a la Palabra de Dios, el calendario litúrgico contempla tres ciclos, distribuidos en tres años:
Ciclo A: durante el cual se lee, sobre todo, el evangelio según san Mateo;
Ciclo B: se lee principalmente el evangelio según san Marcos.
Ciclo c: se dedica, sobre todo, a la lectura del evangelio según san Lucas.
Sentido teológico y espiritual del año litúrgico
El año litúrgico es celebrar a Cristo presente en el tiempo, por medio de la acción litúrgica y es respuesta de fe y de conversión por parte de la Iglesia.
La presencia de Jesucristo resucitado en la Liturgia es:
Mistagógica, es decir, se presenta el mismo misterio pascual (muerte y resurrección) de Cristo por medio de los misterios o sacramentos.
Espiritual o pastoral, porque el creyente ha de reproducir en su vida el proceso de muerte-vida que Jesucristo pasó en su misterio pascual.
En el Sacrosanctum Concilium Número 102 nos dice:
«Al conmemorar así los misterios de la redención, (la Iglesia) abre la riqueza de las virtudes y de los méritos del Señor, de manera que aquellos se hacen presentes en cierto modo, durante todo el tiempo, a los fueles para que los alcancen y se llenen de la gracia de la salvación» (SC 102)
Cada uno de los acontecimientos de la vida de Cristo, desplegados en el año litúrgico, a la vez que se hacen presentes en la vida de los bautizados, son el paradigma y la referencia de cuanto sucede en los que han sido incorporados sacramentalmente a Cristo y hechos miembros de su Cuerpo, que es la Iglesia.
Cada bautizado está llamado a reproducir en sí mismo el misterio pascual de Cristo, por medio de las celebraciones litúrgicas. ✠
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