Aquí comenzamos este brevísimo curso de lectores católicos. Veremos brevemente ciertos temas de idoneidad y cosas prácticas que debe cuidar un buen lector.
Este es el primer tema de nuestro curso básico para lectores, puedes ver todas las entradas dando clic aquí.
Cualidad concretas de un lector para la misa
Las cualidades requeridas para ser un lector suponen, de cierto modo, cualidad naturales tales como: oído, voz, vista, escolaridad suficiente y buen voluntad para adquirir los conocimientos técnicos necesarios para alcanzare la formación conveniente.
También debe contar con cierta habilidad para la relación y la comunicación humana.
Tener sentido de responsabilidad, capacidad de liderazgo y de trabajo en equipo.
Para que un lector sea consciente del ministerio que esta realizando, debe tener un conocimiento, aunque sea breve, de Sagradas Escrituras, el uso de los libros de Liturgia, debe conocer las ceremonias y tener una capacidad adecuada para proclamar las lecturas.
Responsabilidad de un lector
La responsabilidad de un lector, quien se para detrás de un ambón, siempre va más haya del hecho de leer una lectura.
Un lector debe comprender que ha decidido dar un servicio a Dios con el ejemplo de su propia vida, no solo pasar a leer cada ocho día. Es así que podemos decir que sus responsabilidades son:
- Educar en la fe, ser capaz de instruir y preparar a los fieles cristianos,
- ser capaces de formar a otros hermanos en la tarea del ministerio del lectorado,
- proclamar la Palabra de Dios y anuncia la nueva buena a los hombres que todavía no la concoen.
Así es que el lector es un misionero de la Biblia.
Diferencia entre lector instituido y NO instituido
Si llegaste aquí por curiosidad, debes comprender que también hay un ministerio de lectorado instituido por el Obispo, aunque también hay un ministerio no instituido, que son fieles comprometidos en hacer la proclamación de la palabra de Dios sin ser designados por el Obispo.
Ambos requieren una preparación más o menos parecida, aunque es más técnica para el instituido.
Todos aquellos que se postulan para el orden sagrado, sean diáconos o presbíteros, deberás ser primero instituidos ministros lectores, sin embargo, también se le permite a los fieles que NO vayan a recibir el orden sagrado, recibir este ministerio instituido.
Es así que, a pesar que las tareas son distintas, debemos comprender que ambos tienen un mismo fin: El de proclamar correctamente la Palabra de Dios.
Por eso he decido comenzar esta pequeña serie para dar únicamente consejos prácticos para aquellos que quieren ser lectores NO instituidos o que quieren mejorar en su servicio de Lectura.
Si estas en vista de ser un lector instituido, siéntete libre de aportar temas o recursos que pueden servir a todos nuestros hermanos aquí abajo en la caja de comentarios.