¡Oh Señora mía, oh Madre mía! yo me entrego del todo a ti y en prueba mi filial afecto, te consagro en este día: mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.
La consagración a María es una entrega de todo nuestro ser, tanto cuerpo como espíritu a sus manos.
Cuando nos entregamos totalmente a una persona, nos referimos a que nuestra confianza esta puesta en ella, ciegamente. ¿Y qué mejor que confiar en Dios y en nuestra madre María?
Canto de consagración a María
El siguiente canto, aunque es distinta a la oración que esta aquí arriba, también se puede hacer oración, San Agustín dice: «El canta a Dios, ora dos veces». Si quieres las notas para tocarla en guitarra, da clic aquí.