El camino del Sacerdote
Ningún camino del mundo, Oh Señor muere por la tarde.
Si el tiempo termina, resplandece lo eterno. Cada paso realizado te acerca más a mí. Sobre mi camino se encuentra el gozo, el dolor y la esperanza, el trabajo y la paciencia, la derrota y la victoria.
Sobre mi camino está la pena, está la sangre y la pureza, la escasez y el desconsuelo, está la vida y está la muerte. Qué feliz oh mi Señor, quien conoce en los caminos las señales de tu amor. Más feliz, oh mi Señor, quien las sirve con alegría y con amor.
Amén