Novena a Santo Domingo de Guzmán: Santo patrón de los científicos y los astrónomos, fundador de la Orden de los predicadores (Los dominicos).
Fiesta patronal: 8 de Agosto
Comienza la Novena: 30 de Julio
Grado de celebración: Memoria
✠ Recuerda siempre rezar con fe y agradecimiento.
Inicio de oración para Novena a Santo Domingo de Guzmán, presbítero
† En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto Penitencial (Yo pecador)
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión; por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
Oración Inicial
Que tu Iglesia, Señor, encuentre siempre luz en las enseñanzas de santo Domingo y protección en sus méritos: que él, que durante su vida fue predicador insigne de la verdad, sea ahora para nosotros un eficaz intercesor ante ti. Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.
Después se hace la siguiente oración durante nueve días seguidos por nuestra petición a Santo Domingo.
Oración de Novena a Santo Domingo
La siguiente oración se reza cada uno de los nueve días de la Novena a Santo Domingo.
Oh iluminado maestro de la verdad divina, Santo Padre Santo Domingo, que enseñaste lo que es útil para la salvación y te entregaste totalmente al servicio de los hombres para que pudieras ganar a todos para Cristo; ayúdanos a cerrar nuestros oídos y corazones a toda falsa doctrina y todo lo que pueda ser dañino para nuestra alma y a abrirlos con gozo a las verdades de la Santa Iglesia. Ruega por nosotros, bendito santo Domingo, para que seamos ejemplo para los demás, especialmente para los que se han apartado de la única y verdadera fe, y por esta nuestra especial intención: (Aquí realiza tu petición a Dios por intercesión de Santo Domingo). Santo Domingo, Ruega por nosotros. † Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria † En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Día dos de Novena a Santo Domingo
Frase de Santo Domingo: "Si no tienes pecados propios por los que llorar", decía Santo Domingo, "sigue llorando, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, y afligiéndote por los pecadores del mundo para que se arrepientan" † Reza la oración de la novena diaria
Día tres
Frase de Santo Domingo: "Ármate de oración en lugar de espada; vístete de humildad en lugar de ropas finas" † Reza la oración de la novena diaria
Día cuatro
Frase de Santo Domingo: "Un hombre que gobierna sus pasiones es dueño del mundo. Debemos gobernarlos o ser gobernados por ellos. Es mejor ser el martillo que el yunque" † Reza la oración de la novena diaria
Día cinco
Frase de Santo Domingo: "Les diría que me mataran lenta y dolorosamente, poco a poco, para que pudiera tener una corona más gloriosa en el cielo". - Después de que le preguntaran qué haría si sus enemigos lo atraparan † Reza la oración de la novena diaria
Día seis
Frase de Santo Domingo: "No soy capaz de hacer grandes cosas, pero quiero hacer todo, incluso las cosas más pequeñas, para la mayor gloria de Dios" † Reza la oración de la novena diaria
Día siete
Frase de Santo Domingo: "Debemos sembrar la semilla, no acumularla." † Reza la oración de la novena diaria
Día ocho
Frase de Santo Domingo: "No llores, porque te seré más útil después de mi muerte y entonces te ayudaré con más eficacia que durante mi vida." † Reza la oración de la novena diaria
Día nueve
Frase de Santo Domingo: "Un día, a través del Rosario y el Escapulario, Nuestra Señora salvará al mundo." † Reza la oración de la novena diaria
¿Quién fue Santo Domingo?
Santo Domingo nació en España en 1170. Con el amanecer de la razón, toda su alma se volvió hacia Dios. Su infancia fue muy piadosa y su juventud angelical en pureza.
En la Universidad de Palencia fue el alumno modelo. A los veinticinco años se convirtió en canónigo regular en Osma, y con el hábito religioso se vistió del Señor Jesús y se esforzó en todo por imitarlo.
Su tiempo se dividió en oración, estudio de las Escrituras y deberes comunitarios. El silencio y el retiro eran su deleite; obras de penitencia y lágrimas de contrición su comida y bebida.
Yendo en 1205 a Francia, pasó muchos años en todo tipo de labores para la conversión de los herejes albigenses. Como Jesucristo, pasó el día en el trabajo apostólico, la noche en oración.
Su penitencia era extrema, pero con los demás era gentil, dulce y amable. Muchos fueron convertidos por sus milagros, muchos por el ejemplo de su vida santa.
Seis veces viajó a Roma, una vez a España, una vez a París, caminando descalzo, rezando o cantando en el camino; predicar en los pueblos y aldeas, pasar las noches en contemplación.
Fundó en 1215 la Orden de los Frailes Predicadores para la conversión de las almas. Fue un hombre de corazón verdaderamente apostólico, columna de la Fe, trompeta del Evangelio, luz de Cristo para los hombres. Murió en Bolonia en 1221.
Extracto de nashvilledominican.org